Cayó la palabra de piedra
en mi pecho aún vivo.
No es grave, estaba preparada,
posiblemente me acostumbraré.
Hoy tengo mucho, mucho que hacer:
he de matar la memoria,
volver de piedra el corazón,
he de aprender a vivir de nuevo.
Y si no... El cálido rumor del verano
es una fiesta tras la ventana.
Desde hace tiempo tenía el presagio:
un día claro y la casa vacía.
Anna Ajmátova
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